miércoles, 19 de julio de 2017

Destino:

El viaje en autobús se había prolongado, debido al mal tiempo habíamos hecho varias paradas para arreglar los espejos que con el viento se volteaban. No había podido conciliar el sueño en gran parte del recorrido, debo haber dormido las últimas dos horas pero el reloj marcaba ya pasada la media noche y hacía apenas un par de horas que había avisado que estaba por llegar. El camino era una senda obscura que aparecía delante de los faros. El cielo inundado de estrellas y el horizonte iluminado como si estuviésemos a punto de llegar a la ciudad. Una voz cavernosa se escuchó por primera vez en todo el viaje a través del parlante. Nos anunció que estábamos próximos a nuestro destino y sobre nuestra catastrófica muerte hace una hora.